Como especialistas en zincado electrolítico en Cádiz, queremos aprovechar este post para explicar en qué consiste este proceso y los distintos tipos que hay en función de su acabado final.
Lo primero que queremos resaltar es que se lleva a cabo en frío. En este proceso se recubren los materiales de acero electrolíticamente con una ligera capa de zinc. Se diferencia del galvanizado en caliente por los espesores y la posibilidad de que la pieza pueda deformarse por la temperatura alta. Una vez que se ha realizado el galvanizado electrolítico, hay que aplicar un acabado final que se conoce como pasivado. Podemos distinguir varios tipos en función del color y de su resistencia a la corrosión.
Existe el zincado electrolítico en Cádiz con pasivado blanco. Este se caracteriza por un galvanizado medio de 10 micras. Con él logramos hasta 172 horas de resistencia a la corrosión roja. Se utiliza, sobre todo, para edificios sin calefacción donde puede haber condensaciones (almacenes, polideportivos, etc). En exteriores, se usa mucho en ambientes con poca contaminación, como en áreas rurales.
Otro tipo es el de pasivado amarillo, de alta resistencia con cromo III. Se caracteriza por un galvanizado de micras con el que obtenemos hasta 300 horas de resistencia a la corrosión roja. Se puede encontrar en espacios interiores como naves con mucha humedad y en exteriores como ambientes urbanos e industriales con una contaminación media.
Por último, está el de pasivado bricomatado, con un galvanizado de unas 10 micras con el que logramos hasta 400 horas de resistencia a la corrosión roja. Se utiliza en naves de fabricación con altos niveles de humedad y en ambientes exteriores con una contaminación moderada.
Si quieres conocer más sobre los productos de Industria Sevillana del Zinc, S.C., solo tienes que contactar con nosotros.